NICK DRAKE, FOOTSTEPS IN THE SAND
TO SEE A WORLD IN A GRAIN OF SAND, AND A HEAVEN IN A WILD FLOWER, HOLD INFINITY IN THE PALM OF YOUR HAND, AND ETERNITY IN AN HOUR • William Blake (Auguries of Innocence)
El 25 de noviembre de 1974 –en pocos días se cumplirán 35 años– murió el músico y compositor británico Nick Drake en la habitación que ocupaba en la casa de sus padres. Al parecer, una sobredosis de un antidepresivo provocó el óbito. Desde entonces, especular si se trató de un desgraciado accidente o de un suicidio ha sido una constante. Nunca se sabrá, aunque todo apunta a que Nick estaba cansado, sin fuerzas, sin ganas de seguir luchando por una carrera en la que había puesto toda su ilusión sin que el más mínimo rédito –léase éxito, reconocimiento, ingresos– viniera a compensar tanto esfuerzo. Este joven tímido, huidizo, que jamás quiso conceder entrevistas ni actuar a fin de promocionar su música, tenía, a decir de su hermana, una "piel demasiado fina". La metáfora sirve para ilustrar su carácter solitario, introspectivo, etéreo. Nick nunca encajó bien en el mundo y el suyo es el perfecto ejemplo de cómo el exceso de sensibilidad puede convertir la existencia en un infierno. Todos a su alrededor estaban convencidos de su extraordinario talento, de la belleza de sus canciones, otoñales, puras. En Island records creían en él, a pesar de que las ventas de su primer álbum, "Five Leaves Left" ("Quedan cinco hojas", en referencia al papel de fumar), fueron muy discretas, y de que "Bryter Layter", su segundo trabajo, publicado un año después, en 1970, había corrido igual mala suerte. Ninguno de esos dos discos sobrepasó las 5.000 copias. Joe Boyd, su célebre productor, le solía animar diciéndole que era una verdadera estrella, que era imposible que el mundo no terminara descubriéndole y rindiéndose ante la inefable belleza de su música. Estaba tan convencido de la extraordinaria calidad de la obra de Nick que incluso llegó a incorporar una claúsula en su contrato, por la que Island se comprometía a no retirar jamás de su catálogo los discos del joven. Pero Nick estaba condenado a reinar en el futuro, tras su muerte, como muchos héroes o muchos mitos. Apenas tenía dinero, ni para unos zapatos. Pasaba los días con sus libros y su guitarra, fumando hierba y maldiciendo su destino. En su última época, se recuperó brevemente, anunció que estaba dispuesto a volver a un estudio de grabación. Y así fue. En cuatro horas, repartidas en dos sesiones nocturnas, grabó un álbum final, desnudo, sólo con su voz y su guitarra. Una media hora de música. Dicen que dejó las cintas de "Pink Moon" (1972) en la recepción de Island Records y que llegó a afirmar que tras ese trabajo ya no tenía nada más que decir. El disco vendería aún menos que los dos anteriores. Después sobrevino el trágico final y nació la leyenda. Años después, su nombre acabó trascendiendo los restringidos círculos que alimentan cultos minoritarios y sus canciones comenzaron a sonar. Sus tres trabajos oficiales, más un álbum llamado "Time of no Reply" (que contiene, junto a versiones alternativas y grabaciones caseras cuatro temas que Drake grabó de forma póstuma antes de morir), se editaron en una caja llamada "Fruit Tree" (1986). En el año 2000, llegaría el éxito... ¡Qué burla, qué desatino supone que un formidable músico y poeta triunfe debido a que Wolkswagen decidió usar una de sus canciones en un spot de televisión! Hoy, en definitiva, todo el mundo admira, venera y reverencia el nombre de Nick Drake; se rebusca en archivos, en bovinas y en cassettes, intentando hallar material desechado; se suceden las recopilaciones, los homenajes, los documentales. Y toda una nueva generación de músicos admite estar en deuda con su música. Nick Drake fue un William Blake intimista, un Rimbaud elegante, de belleza y maneras casi andróginas, un compositor monumental. Puede sonar pasional y excesivo por mi parte, pero confieso que tras más de cuarenta años escuchando música recuerdo pocos artistas tan auténticos, puros y honestos. Su voz de terciopelo, tremendamente humana, frágil, capaz de traspasar soledades y transmitir miedos o alegrías, me emociona. Nunca habrá otro como él.
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The albums of Nick Drake (Just for Testing Purposes)
• Listen "Five Leaves Left" (1969)
• Listen "Bryter Layter" (1970)
• Listen "Pink Moon" (1972)
• Listen "Time of no Reply" (1986)
These Links by Courtesy of The Long Desert Train
1 comentarios:
Hola!!
Acabo de entrar en tu blogg,(a traves de las galletas ),para curiosear!! Me digo: otro más ,ah!! pero estoy enfrascado en el artículo sobre la CCR,(me encantan,tengo varios lps )reflexionando:soy más Stoniano que Foguertiano.
Sigo leyendo,voy bajando,me interesa, leo lo de Iron B.( muy "jipis " para denunciar por plagio)
Pero algo puso en alerta mi cerebro ,Que es esto que suena?? termina, un tema de B.Dylan comienza a sonar.
coño!!,donde tiene este tio la "radio"?? ,Localizo el play list ¡¿NICK DRAKE?! PLACE TO BY, que genma,no lo conocia me leo ahora el post que le dedicas ,la canción de volswagen en el 2000?? ni idea !! Abro una pestaña ...google buscar, oir canción de vw en el 2000 Nick Drake.PINK MOON temazo. !! pero Place to by me enganchó más que triste suena!! eses "arañazos" de guitarra y esa voz ,,¡¡joer!!
Gracias por descubrírmelo!!
UN SALU2!!
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